viernes

"Mente Abierta"



Pídele a la Divinidad que te de la capacidad de alegrarte con todo lo que la vida te ofrezca, sea lo que sea. Tu, eres tus circunstancias.

La palabra envidia, proviene del latín invidere que significa: “ver con malos ojos” y es una enfermedad del alma, en la que se desea poseer lo que tiene otro y al no poder tenerlo, nos sentirnos inmensamente dolidos e indignados porque lo consideramos injusto.

Cuando nos comparamos con otros, debemos tener mucho cuidado pues pasa igual que en la fila del banco, en donde nos parece que escogimos la mas lenta y nos sentimos fastidiados de nuestra mala suerte y nos amargamos al ver como los otras avanzan mas rápidamente.

Algunas personas piensan que la vida ideal, es la que llevan los otros y que además han tenido una vida mas fácil que la de ellos sin razón. Pero como decía la abuela, “nadie sabe lo de nadie”, ¿Cual será el costo de el estilo de vida que llevan? ¿Que han tenido que sacrificar o entregar para tener lo que tienen?, ¿Que obstáculos han debido superar? ¿que cosas dejaron en el camino?.......solo ellos lo saben...

Una de las leyes que sostiene el balance en el universo es la ley del merecimiento. Nadie tiene o recibe algo que no merecido primero, algo hicimos o dejamos de hacer para tener o experimentar algo. Si deseamos cambiar o mejorar las circunstancias de nuestra vida... tenemos que cambiar nuestra forma de actuar frente a la vida.

No podemos ser envidiosos y ser felices al mismo tiempo. Estar pensando en lo que tiene otros, hace que no apreciemos y disfrutemos de las cosas buenas y bellas que tenemos. Deja de criticar o juzgar a los demás con tanta ligereza y comprometete contigo mismo a cambiar esta actitud por otra que te lleve a disfrutar lo bueno que reciben los demás.

Olvídate de seguir fijándose y lamentándose por lo que tiene otros y que tu no tienes, comienza a trabajar para conseguir tus metas y convertir tus sueños en realidad y no desperdicies tus energías, el que quiere leche... busca su vaca.