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PROGRAMACION MENTAL EXTRASENSORIAL ( P M E )


Existen muchos métodos para lograr dominar el poder mental extrasensorial. Las diferentes culturas a través de miles de años han descubierto como se puede potenciar el uso cerebral. Cada vez se ha desvelado una parte o un método y que ha sido utilizado por los sabios o la nobleza de cada entorno. En todos los tiempos se ha podido lograr descubrir algún sistema que permita avanzar en el dominio de la mente y los poderes extrasensoriales. Actualmente, sabemos que apenas se utiliza entre el 5 al 10 % de la capacidad del cerebro.

En cinco mil años de investigación y desarrollo de la energía, la meditación, los poderes, del funcionamiento y metabolismo del cerebro y del cuerpo, así como del comportamiento humano, se han obtenido partes sueltas, como piezas de un gran rompecabezas del funcionamiento total de la especie humana. Estas partes, que han formado a muchas culturas se mantuvieron en secreto en templos de sabiduría; hoy ya es posible conocerlas en mayor medida, elevando las grandes posibilidades para la evolución como nunca antes en la historia.
Desde la revolución industrial, hasta la segunda guerra mundial, la humanidad se desarrolló en un ascenso de tecnología que terminó en un desastre nuclear en Hiroshima y Nagasaki. Se esperaba que con esta tremenda desgracia las guerras tuvieran su fin. Un equivocado pensamiento decía, si quieres la paz, prepárate para la guerra. Y así no fue, la paz nunca estuvo tan lejos. El desarrollo científico demostró mas bien que no habían límites para la conquista de mayor poder económico, tecnológico y bélico.
Esto trajo mayor tribulación y crisis en la vida del planeta. La competencia sería mucho mayor que anteriormente.Todo comenzó a crecer hacia la conquista de ascensos, de mayor poder en todos los campos, aún de los vedados, quedando relegado el ser humano a una mera pieza descartable utilizada por los poderosos.
El estrés es una consecuencia inmediata de ello y no es un mal sólo de nuestros tiempos, proviene desde la época de las cavernas. El estrés activa el sistema nervioso simpático, el sector del sistema nervioso autónomo que nos prepara para las emergencias. Aumenta la actividad de los sistemas cardiovascular y respiratorio, modifica la distribución de la sangre y de diversas sustancias químicas en el cuerpo, reduce la actividad gastrointestinal, detona la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo, entre otras cosas.
De esta manera, el sistema nervioso simpático nos prepara para luchar o huir, tirar piedras, lanzar flechas, agarrar un palo para defendernos, tal cual en la época de las cavernas, reacción que no ha sido aún eliminada de nuestra programación. Pero, como no podemos tirar piedras, nos la tiramos hacia el interior, como la “civilización” nos impide siquiera gritar en el trabajo o en el parque, lo hacemos en la casa a nuestros seres queridos.
Actualmente, ya se comprende que el desarrollo integral del ser humano es muy importante, tanto en lo físico como mental y espiritual; por ello vemos cobrando mucha importancia a los gimnasios, centros de masajes, academias de artes marciales y físico culturismo.
Centros de meditación, yoga, tai chi, chi kung. Nuevas iglesias se han abierto, nuevas creencias, que al final no interesa quien tenga el verdadero culto, sino que el ser humano crea, porque estaba dejando de creer. El dejar de creer y de crear, de soñar, de proyectarnos hacia planos superiores, es un peligroso impedimento de crecimiento evolutivo.
Sin embargo, aún es poco lo que nos estamos preocupando del desarrollo del cerebro, de la mente y del restante 90% que tenemos aun sin utilizar, apenas un 5 al 10% es lo que se aprovecha de la capacidad que posee nuestro cerebro y que es la base hasta ahora de la mayor evolución que sobre el planeta ha existido. Imagínese el futuro potencial que Usted puede desarrollar con el 90% adicional.
En oriente, el uso del cerebro ha sido mayor. Desde la aceptación de los conceptos del psiquiatra alemán Johannes Schultz, sobre el entrenamiento autógeno, se han ido agregando mas y mas los conceptos orientales que haremos uso en este libro.Luego de Schultz se han ido metodizando los pasos, pudiendo resumirse en cuatro aspectos para una programación eficaz:
Aprender a aquietar la mente, el cuerpo y las emociones,
Imaginar y visualizar el cambio deseado,
Sentir que aquello ocurre,
Dejar que se produzca.
Sin embargo, no todo es el poder mental. En los múltiples problemas de la vida, es una parte por cierto importante, pero que aplicado por si solo, refleja carencias y poca duración en el tiempo. Existen métodos que equivocadamente dan como la panacea para la solución de todos los problemas a la programación de la mente y a las ondas alpha.
Esos métodos han dejado de lado el entorno o energía circundante, las predisposiciones natales que se ve en el mapa astral, así como el famoso factor suerte que realmente existe; los puntos de energía del cuerpo estudiados por la acupuntura, el chi kung y el tai chi; los puntos del pabellón auricular, los colores y dirección de los puntos cardinales del feng shui, la energía de transmisión por las manos o el aura, que si no se toman en cuenta, la efectividad del poder mental no tendrá la fuerza, permanencia y efectividad requerida. En el PME, el poder mental es sólo una parte del método.
De esto trata este libro, de desarrollar las grandes capacidades cerebrales, de poder dominarse por lo menos así mismos en compatibilidad con el entorno y los diversos métodos exitosos para que perduren los resultados en el tiempo. Ningún método por si solo tiene el 100% de efectividad, cada arte, ciencia, sistema, tiene entre el 10 al 20% de éxito. Si sumamos los mejores métodos, cada cual orientado al problema específico, el resultado será garantizado.
No se trata de aprender toda una enciclopedia de cosas y ciencias antiguas, sino que en nuestro Instituto ya se ha metodizado de la manera más fácil, asequible y en pocas prácticas, lo que tiene que hacer. Usted sólo tiene que aplicarlos, sin perder el tiempo estudiando tantas escuelas, métodos, o haciendo experimentos. La solución de miles de casos nos ha dado la experiencia necesaria.
En este pequeño libro también encontrará algunos ejercicios para la longevidad y la sabiduría, que antiguamente eran considerados secreto de los monjes en el templos chinos. Conocerá igualmente, que no sólo los seres humanos contamos con dos hemisferios cerebrales, sino que también el planeta tierra los posee, tal cual el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo, cumpliéndose el viejo adagio: “Como es arriba, es abajo”.
Podrá saber, que más allá del mundo de los cinco sentidos existen grandes posibilidades para que la nueva humanidad se desarrolle evolutivamente de manera superior y así propiciar la mayor calidad de vida para todos, en paz, armonía y prosperidad. Y lo más importante de todo ello, en Sabiduría...
Bienvenido al mundo PME.

¿Qué puede lograr con el PME?


Sanarse de muchas enfermedades crónicas o llamadas incurables, entre ellas el cáncer, vitíligo, dolores, migraña, parálisis, presión alta, tics nerviosos o neurológicos.
Dejar todo tipo de adicciones a las drogas, alcohol, tabaco.
Superar la depresión, nerviosismo, traumas, fobias.
Mejorar la prosperidad económica.
Obtener mejoras con respecto a sus hijos, pareja y seres queridos.
Mejorar el rendimiento en el deporte de competición.
Aumentar la utilización de su cerebro que actualmente es de tan sólo el 10%.
Tomar mejores decisiones en todo momento o hacer las correcciones necesarias.
Superar la obesidad, la ansiedad de comer.
Mejorar la intuición para los negocios.
Protegerse y alejar a los enemigos.
Saber cuales son los mejores caminos en su vida y cuales evitar.
Retardar el envejecimiento.
Mejorar nuestro carisma y simpatía.
Mejorar la creatividad, inventiva.
Saber la mejor forma de alimentarse, que tu alimento sea tu mejor medicina.
Disfrutar la vida de instante en instante.
Adquirir mayor sabiduría.
Adquirir una forma de vida en salud, protección y equilibrio.
Saber el porque de su existencia.
Mejorar la memoria.
Sifú, Lic. ENRIQUE KOO CHANGAbril 2007.
FUENTE: http://podermental.tripod.com